Downton Abbey

Downton abbey es una serie británica situada a finales del siglo XIX y comienzos del XX. Consta de 6 temporadas y 10 capítulos por temporada que pueden ser vistos en Prime. La trama tiene dos niveles, por un lado están los chismes de la nobleza contados a través de la familia Grantham y por otro lado los chismes plebeyos contados a través de su servidumbre. Debo decir que la serie te atrapa desde el segundo capítulo ya que las tramas son muy interesantes (para quienes les gusta el chisme). Es básicamente una telenovela británica con personajes muy planos, pero la escenografía el vestuario y el guión la sacan adelante.

Los personajes son estereotipos, como ya dije planos, en el sentido de que sus personalidades están reducidas a un conjunto mínimo de características que son impensables en la vida real. Tomemos por ejemplo a Tomas, uno de los lacayos, que es el ícono de la envidia. Gracias a él muchos de los conflictos de la trama suceden debido a que pareciera que le encanta provocar el mal en los demás.

Gay Butler Thomas Barrow Gets His Own “Downton Abbey” Movie Poster |  NewNowNext
Thomas

Después de muchos capítulos entendemos que es un alma atribulada, desde el hecho de que es un personaje homosexual implican de manera bastante discriminativa, que no está a gusto con su entorno y lo demuestra provocando problemas a diestra y siniestra.

Por otro lado por ejemplo tenemos a Lord Grantham es un conjunto de virtudes y representa justamente lo que la nobleza quisiera ser: honesto, trabajador, caritativo, buen padre, buen esposo y conservador hasta el punto donde la modernidad lo alcanza y tiene que recular en varias de sus creencias y tradiciones.

La abuela, es decir la condesa Grantham, madre de Lord Grantham, es también un estereotipo de lo que una abuela debiera ser. Buena consejera, con la lengua más filosa que un sable samurai y el mejor sentido del humor y de la ironía de toda la serie.

Así como estos tres personajes son todos, estereotipos y predecibles. Y son muchos personajes: las tres hijas, los multiples pretendientes de la primogénita, los parientes lejanos, el mayordomo, la ama de llaves, la cocinera, los distintos lacayos, el valet del Lord, etc.

Más allá de que los personajes son predecibles y la trama es moderadamente simplona, la serie es bastante entretenida, tiene buenas actuaciones y diálogos que van de lo melancólico a lo romántico a lo hilarante.

Lo que más me gustó de la serie probablemente es la representación del paso del tiempo. Olvidamos que no solo se vivieron grandes avances tecnológicos del siglo XX al XXI, también una revolución tecnológica sucedió un siglo antes. Vemos como les llega la luz y con esta varios aparatos eléctricos como el refrigerador, el rizador de pelo o la tostadora; pasan de la carroza al automóvil, del telégrafo al teléfono, llega el gramófono y luego la radio, que dice Lord Grantham que será una moda pasajera. También se nota en la indumentaria y en los cambios de hábitos, se rompen las tradiciones y llega la modernidad capítulo a capítulo.

Al final todos los cabos se atan y ni Disney podría haber escrito un final más feliz, pero eso no demerita la serie que desde un inicio se vende como una novela para pasarla bien.